Informatización en la Aduana cubana. Más de 30 años de historia

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Hace unos días puse en un buscador de internet la frase “informatización en la Aduana de Cuba” e, increíblemente, Google no me devolvió nada. Era como si no hubiera una historia que contar. Sin embargo en la actualidad es imposible imaginar la actividad aduanera en Cuba sin vincularla de una manera u otra con la Informática pero, ¿sabes cuándo y cómo comenzó esta historia? seguramente que no.

Por eso, voy a compartir recuerdos en la esperanza de que Google la indexe y que los más jóvenes la conozcan.

Cómo toda buena historia, esta comienza diciendo: Érase una vez una Aduana donde a principios de 1980 llegaron las primeras computadoras….

Eran dos micro-computadoras marca NEC, modelo 8801, con 64kb de memoria RAM, una torre de discos de 5 pulgadas como medio de almacenaje y ni siquiera corrían sobre el “novedoso” sistema operativo DOS. En estos tiempos darían risa, pero así comenzó un largo y productivo camino que nos llevó a ser uno de los primeros organismos el Estado en emprender la automatización de sus procesos y de aquellos que nos vinculaban a los usuarios.

Aquellas dos prehistóricas computadoras personales se utilizaron para informatizar algunos procesos internos de la institución, entre ellos un Sistema de Contabilidad y un Sistema de Información para los Puestos de Mando, ambos hechos sobre el lenguaje de programación BASIC, por uno de los pioneros de la Informática en la Aduana, Jorge Luis Mesis, quien todavía, hoy en día, se mantiene trabajando en esa área de la institución.

Posteriormente, a mediados de los años 80 se recibieron algunas Computadoras Personales marca IBM. Estas PC´s tenían 640 Mb de memoria RAM y contaban con discos de nada menos ¡10 Mb de capacidad, lo cual representó un increíble “salto tecnológico”! Con ellas se informatizaron algunos procesos internos más complejos relacionados con Personal, Cuadros y Contabilidad y en algunas Aduanas, como el Aeropuerto Internacional José Martí y la extinta Aduana I posibilitaron hacerlo de manera elemental con algunos aspectos del despacho de viajeros y mercancías. Recordemos que todavía en aquellos años no existía en Cuba el Arancel Comercial

En los años siguientes se continuó incrementando la cantidad y calidad de las computadoras personales y se creó, en las instalaciones de la Aduana del Puerto, un Departamento que atendía esta incipiente actividad. Paralelamente, el país se abocaba al Período Especial. Los cambios en el Monopolio del Comercio Exterior llevaron a la utilización nuevamente del Arancel Comercial y con ello a la necesidad de automatizar los procesos de despacho comercial y las estadísticas del comercio exterior.

Surgió entonces la posibilidad de adquirir y poner en funcionamiento un Sistema de Despacho Aduanero elaborado por una Agencia de la ONU y utilizado por innumerables países, el SIDUNEA, el cual estuvo funcionando durante unos pocos años. Sin embargo, este sistema trajo algunas dificultades pues nos hacía dependientes tecnológicamente de otros y, además de representar una fuerte erogación económica, no era completamente funcional en nuestro país por diversas características propias, como por ejemplo la utilización de una doble moneda.

Es entonces que en la primera mitad de los 90 y bajo la dirección del entonces Jefe de la AGR, Pedro Pupo Pérez, se toman cuatro decisiones, adelantadas a su época, pero que a mi juicio fijaron los cimientos de la estrategia informática de la Aduana cubana, posibilitando su posterior impulso.

a) Prescindir de la dependencia del SIDUNEA y crear con nuestros propios medios y recursos un sistema informatizado de despacho aduanero que se ajustara a las condiciones y necesidades de la Cuba de aquellos tiempos. Estos “ nuestros propios medios” incluían un grupo de recién graduados de la Universidad que sólo sabían de informática lo indispensable y nada de aduana. Para mi – y posiblemente para muchos – aquello sonaba a locura, pero funcionó. Aquellos muchachos (algunos todavía activos) no sólo se desarrollaron como informáticos, sino que llegaron a saber de aduana tanto (y en algunos casos más) que los especialistas de la Dirección de Técnicas Aduaneras

b) Definir que tanto el SADEM, que se comenzaba a diseñar, como todos los demás sistemas que en lo adelante se hicieran, fueran programados sobre software libre (Linux-Ubuntu) y que, además. la Aduana migrara paulatina y completamente al uso de este sistema operativo en todos los sistemas y programas que utilizara. Todavía recuerdo a las secretarias cuando sustituyeron de sus PC´s el Window y les instalaron sus similares de Ubuntu!.

c) Desarrollar e implementar una Red Propia de Datos de alcance nacional. Primero a través de líneas telefónicas conmutadas y posteriormente utilizando líneas arrendadas, vías inalámbricas (WIFI) y el ADSL hasta llegar a la fibra óptica.

d) Automatizar, no solo los procesos internos, sino también aquellos que afectaban a terceros. En aquella época comenzaba a informatizarse el Estado, pero era fundamentalmente hacia dentro, hacia sus propias necesidades. En cambio, desde el comienzo la la Aduana se empeñó en automatizar no sólo lo anterior, sino también la relación y el trabajo con aquellos que se vinculaban a ella en el tráfico de mercancías y pasajeros. Recuerdo cuando se decidió introducir el tele despacho con el SADEM, con lo cual las empresas y agencias podían presentar las DM´s desde sus oficinas ahorrando recursos y tiempo… Pues bueno, al final se tuvo que obligar a hacerlo y a partir de una fecha o presentabas por esa vía o no importabas… Así de complicado eran las cosas !!

El desarrollo de las premisas antes señaladas abrió el camino a consolidar la informatización en la Aduana cubana, promoviendo un gran salto en la utilización de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) para el cumplimiento de sus tareas y misiones. Así las cosas, al sistema de despacho comercial de mercancías se uniron el de las importaciones no comerciales de pasajeros que permitió la valoración por el peso de los equipajes a nivel nacional y el Sistema de Información Adelantada de Pasajeros (API cubano) entra otros

Por otra parte, a finales del pasado siglo y comienzos del actual comenzó en el país un creciente acceso a Internet y en el 1999 (hace ya más de 20 años) la Aduana fue de los primeros organismos cubanos (bastante antes que el periódico Granma, por ejemplo) en publicar en la red de redes su Sitio Institucional, dirigido al creciente tráfico de viajeros a Cuba, a lo que habría que agregar que desde el 2013 la institución está presente en las Redes sociales, lo que posiblemente la convierte en uno de los primeros organismos con presencia activa en Twitter y Facebook entre otras.

Finalmente, la Aduana ha mantenido siempre una estrecha colaboración con Universidades del país, incluyendo la UCI, en la utilización de las TIC (un vínculo que se potencia como necesidad) y ha consolidado la cooperación con otros organismos y autoridades cubanos para compartir información y experiencias, así como con otros internacionales como la OMA.

Quizás después de leer este artículo algunos me acusen de «chovinista», y en parte pudieran tener razón. Pero siempre he sido del criterio de que la Aduana cubana hablaba de informatización, de software libre y de plataformas para terceros, cuando casi nadie hablaba de ello en nuestro país y que quizás por eso, estos vocablos hace tiempo no suenan novedosos a quienes hoy tienen la tarea de llevar adelante esta herencia.

Pueden existir otras versiones más completas – o hasta diferentes – de esta historia construida sobre mis recuerdos. Si es así, los invito a compartirla para enriquecerla y que la #JuventudAduanera actual sepa cómo jóvenes igual que ellos sentaron las bases de los numerosos sistemas informáticos con los que hoy contamos.

Me vienen a la mente nombres como Mesis, Carnero, las dos Nancys, Deborah, Jesús, los Barrosos, Natasha, Yeni, Nelson y Anasagasti, pero mis casi 8 décadas de vida me han llevado a olvidar otros no menos importantes. A esos amigos les pico disculpas y los invito a compartir también sus historias para que no se pierdan con nosotros.