Faltan exactamente 14 días para saberlo y ya muchas de las personas que viajarán a Cuba después de esa fecha comienzan a consumir ansiolíticos, y las redes sociales se van llenando de bulos asegurando el fin de esa facilidad.
Desde que en el 2021 se autorizó la entrada sin límites y exenta de pagos de alimentos, aseo y medicamentos, la medida se ha prorrogado en 5 ocasiones, pero siempre ha pasado lo mismo: se ha informado con muy poco tiempo de antelación. La vez que más temprano se hizo fue 3 días antes de su vencimiento. Y una vez más cabría preguntarse: ¿POR QUÉ?
La preparación de cualquier viaje conlleva tiempo y esfuerzo. Pero hacerlo a Cuba es mucho peor. A quienes residen en el extranjero y viajan para visitar familiares o a aquellos residentes que regresan al país les es necesario conocer cualquier cambio en las políticas de importación con suficiente tiempo de antelación, pues deben comprar y facturar los productos que quieren traer de acuerdo a ellas. Un cambio puede resultarles catastrófico.
Por otra parte, lo mismo sucede con quienes, haciendo uso de las facilidades vigentes hoy, realicen un Envío o embarquen un Equipaje No Acompañado antes del 30 de septiembre. Estan casi jugando a la “ruleta rusa”.
Personalmente me niego a creer que llegado a esta fecha, quienes deciden si la medida se prorrogará, o cómo se hará, no lo hayan hecho todavía, pues es una decisión con un tremendo impacto no solo social, sino también político. Aunque a decir verdad sería aun peor que faltando solamente dos semanas, todavía los decidores estén estudiando qué hacer.
Es cierto que esta demora en informar no es algo nuevo, pero precisamente eso solo demuestra que nuestra comunicación social no aprende. Se habla mucho de la desinformación que habita en las RS y del daño que nos hace, pero poco se reconoce que la falta de previsión en las consecuencias de lo que haremos y la demora en informarlo, es la madre de la mayoría de ellas
Como me comentó hace un rato una amiga, «Últimamente ese período de incertidumbre, de esperanza y de espera hasta el último minuto, se ha reiterado cada vez que expira el término dispuesto legalmente para esa exención». Yo le agrego: Esperemos que esta vez, no suceda de nuevo