La ENFA: Caminando su Historia

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La Escuela Nacional de Formación Aduanera, centro rector de la capacitación de la Aduana cubana, inició el curso escolar 2024, pero ¿Alguien recuerda cómo llegamos hasta aquí?

Mucho se escribe y habla hoy en día de la ENFA y de sus instalaciones en varios de los edificios de lo que fue la Escuela Vocacional Lenin, al este de la Habana, así como de la importancia que reviste en la preparación de los funcionarios y técnicos que conforman el personal que defiende las fronteras del país, pero poco o nada se dice de su historia

Pudiera pensarse, fundamentalmente por los más jóvenes, que el interés de la Aduana por la preparación de sus fuerzas – y la escuela en si – es algo nuevo y no el resultado de la convicción de múltiples administraciones de la Aduana que, a través de casi 30 años y venciendo dificultades objetivas y subjetivas, fueron conscientes de su necesidad e importancia.

Desde hace unos años y después de que el Estado decidiera en 2017-2018 transferir a la Aduana cubana varias de las instalaciones de lo que fue la Escuela Vocacional Lenin, la ENFA pasó a ocuparlas, no sin antes tener que realizar grandes inversiones en recursos y esfuerzos en su reparación capital.

Hoy la escuela y sus instalaciones son un bello ejemplo de lo que puede hacerse cuando hay voluntad de hacerlo, pero: ¿Alguien recuerda cómo llegamos hasta ahí? ¿Se habla de lo que era la ENFA hace 20 años y cuáles fueron sus orígenes?

Un Poco de Historia

Con el triunfo de la Revolución, se reorganiza la enseñanza media de administración y comercio, eliminándose los cursos de Corredor y Pericial de Aduana. En su lugar, el MINCEX creó uno de Técnico Arancelario y en Comercio Exterior, pero aún así no exista un plan de estudio específico para la formación del personal que trabajaba o iba a trabajar en la Aduana.

Recuerdo cómo era la “preparación de los nuevos ingresos” cuando yo llegué a trabajar en la Aduana del Aeropuerto Jpsé Marti, a mediados de 1969: Quince días trabajando junto a un inspector con experiencia “sin meter las manos en una maleta” y transcurrido ese tiempo lo que pasara, bueno o malo, era tu responsabilidad. Como también era tu responsabilidad no dejar de aprender por tus propios medios… Indiscutiblemente, una manera muy “sui generis” de preparación, pero que resultó por años en muy buenos aduaneros.

Pero claro, el comercio iba cambiando, el turismo crecía y el país se transformaba, por lo que la manera de preparar aduaneros también tuvo que adaptarse a estas circunstancias y con ello institucionalizarse. El primer intento fue un curso de Técnico Medio en Aduanas en el Instituto Politécnico Jacinto García Espinosa, del MINED, en la Avenida del Puerto, en la Habana, allá por la década de los 70 del pasado siglo. Recuerdo que al mismo accedieron aduaneros de todo el país y de aquella experiencia recuerdo a Mesis y a Carnero, pero no creo que queden muchos más testigos

Sin embargo, aquel curso de Técnico Medio no era dirigido directamente por la Aduana y para resolver eso, en el año 1981 la institución asumió la formación de sus especialistas, creándose  el Instituto Nacional de Formación Aduanera (INFA) el cual, en sus inicios, funcionó en la Escuela de Guarda Fronteras,  Olo Pantoja.

Este centro de estudios del MININT se encontraba en la costa occidental del país, muy cerca del poblado de Mariel, y los alumnos estaban internos de domingo por la noche a viernes y solamente podían llegar a él utilizando una guagua (creo que la 411, aunque no recuerdo bien) que salía esporádicamente del parque de la Fuente de las Américas, a la salida del Túnel de Calzada.

Posteriormente, seguramente alrededor de los 90 aunque no recuerdo la fecha exacta, cambió su sede y pasó a ocupar un edificio situado en la Avenida Independencia y Bruzón, en Plaza de la Revolución, muy cerca de la Terminal de Ómnibus Nacionales. En este momento es que toma el nombre que mantiene actualmente: Escuela Nacional de Formación Aduanera (ENFA)

El lugar ya resultaba pequeño para sus actividades y entre 1993 y 1994 pasó a ocupar un inmueble de dos plantas ubicado en Oficios, esquina a Acosta, en la Habana Vieja, donde estuvo funcionando el Consulado de España y posteriormente varios museos, lugar donde funcionó  hasta su traslado a la Escuela Lenin, en el 2018. En este lugar creció y se desarrolló, haciendo posible que centenares de aduaneros adquirieran los conocimientos y habilidades necesarias para defender de manera eficiente nuestras fronteras

Como puede verse, largo ha sido el camino que la Aduana ha transitado para que en el día de ayer – 15 de enero – la Escuela Nacional de Formación Aduanera iniciara el curso escolar 2024. Un camino largo, pero también poco conocido, del que, salvo la memoria y las vivencias personales, existe poco material de consulta.

Estoy convencido de que es necesario y provechoso destacar lo que hacemos en el presente, pero creo firmemente también que es imprescindible mirar al pasado y mantener viva la historia, pues a la larga, la sociedad no es más que un constante movimiento, donde toda generación es la continuidad del trabajo de las que la precedieron y que el HOY no existiría sin el esfuerzo, sacrificio y trabajo de los que ya son AYER