He visto en las redes comentarios sobre el posible control en frontera de la eficiencia energética de aquellos equipos electrodomésticos que se importan no comercialmente, que se relacionan con dos resoluciones del Ministerio de Energía y Minas, vigentes desde el 2021 que no tienen nada que ver con ello. Hoy Cubadebate publicó un artículo sobre el tema y en el caso de «la población» habla de que “se harán acciones para contribuir a que esos equipos que entran al país sean energéticamente eficientes” ¿Significa esto que volveremos atrás?
De acuerdo a la Ley, las Forma de Gestión No Estatal (FGNE) solamente pueden realizar actividades de comercio exterior a través de empresas estatales de comercio exterior, por lo que son estas últimas las que deben garantizar el cumplimiento de lo estipulado para la eficiencia energética, pues de acuerdo a lo dispuesto en la Resolución 315-20 del MINCEX, serán ellas las encargadas de solicitar y obtener los permisos y licencias ante dichos organismos y garantizar que estén homologados para su uso en el país.
Sin embargo, y no llego a entender por qué, en este artículo se incluyen las importaciones no comerciales que realizan las personas naturales (el funcionario las llama de la población) y que hasta el momento no deben cumplir las normas de eficiencia energética por lo que no se requieren permisos técnicos, ni pasar por el proceso de homologación para importar ningún equipo.
Aunque el artículo es claro en lo anterior, el periodista pone en boca del Director de Normalización y Evaluación Energética de la Oficina Nacional para el Control del Uso Racional de la Energía que, “se harán acciones para contribuir a que esos equipos que entran al país sean energéticamente eficientes y no complejicen aún más la situación del SEN”
Y es precisamente esta afirmación la que me llama la atención y me preocupa un poco, pues de acuerdo a mi experiencia solo hay dos maneras fundamentales para impedir la importación no comercial de equipos altos consumidores de energía: prohibiendo su importación de acuerdo a determinadas características técnicas y/o controlando en frontera que los equipos importados no superen los niveles deseados de consumo.
Con el primer caso tenemos una amplia experiencia. Hace años, por ejemplo, no se podían importar cocinas, hornillas y hornos eléctricos que utilizaran resistencias y los equipos de climatización solamente podían ser de hasta una tonelada. En realidad la lista era más grande, pero prohibir algunos artículos y equipos por su consumo sería una vuelta atrás
En el segundo caso, la cuestión es más compleja, pues cualquier elemento que se introduzca y que complique el despacho en frontera sería un golpe a los objetivos de la Resolución 175-22 de la AGR, que pretendió agilizar el despacho y garantizar su rapidez eliminando trabas. ¿Se imaginan ustedes que las Aduana busque la información técnica de los equipos de refrigeración, climatización y cocción que traen los pasajeros para comprobar si cumplen los parámetros? ¿Dónde buscarlos: en internet, en el listado nacional? ¿Y si no aparecen.? Realmente lo dicho me intranquiliza hasta a mí.
Y me pregunto una vez más: ¿Para qué hacer estas afirmaciones en este momento? ¿Por qué decir que se hará algo, pero obviando expresamente el cómo se hará? ¿Por qué introducir una preocupación más a la población, sin aclarar en qué consistirá? En mi barrio eso se llamaba “meter ruido” por gusto.
No voy a opinar sobre el crecimiento desmesurado de los negocios de las FGNE, ¿pero cuándo se autorizaron estos actores no se previó que sus tiendas de comercialización directa a la población utilizarían equipos de iluminación, climatización, redes y otros que se conectan a la red eléctrica? ¿No se previó que cuándo se importan y almacenan contenedores de huevos y carnes se hace necesario utilizar equipos altos consumidores para su conservación? ¿Qué es más malo: importar un equipo alto consumidor de energía o promover la importación de cientos o miles de equipos electrodomésticos, aunque estén homologados? Que cada cual se dé respuesta
Sin embargo, si voy a dejar clara mi opinión de que establecer medidas para el control en frontera de aquellos equipos que se consideren altos consumidores de energía cuando se importen no comercialmente (por pasajeros y a través de envíos), sería virar atrás unos 10 años en el despacho aduanero y que su impacto en la crisis energética que provoca los apagones sería ínfimo.