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Encomiendas y sus riesgos

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Esta es una historia real que escribí hace más de 7 años. Los datos personales no son importantes y fueron omitidos. Sin embargo, lo sucedido debe llamarnos a la reflexión de lo necesario que resulta no dejarse engañar cuando nos piden incluir en nuestro equipaje una encomienda.

Un día cualquiera en un aeropuerto cubano

Llega un vuelo procedente de un país suramericano y entre los pasajeros que descienden se encuentra una joven, residente permanente en Cuba, quien quizás con fines más económicos que turísticos, viajó por cuatro meses a laborar en un restaurante de aquel lugar.

Varios días antes de su regreso a Cuba había conocido a otro cubano que le contó que su mamá estaba enferma y quería enviarle un televisor pantalla plana que le había comprado, pero que él no podía viajar en ese momento por problemas de trabajo. Le dijo que se había enterado por un amigo que ella regresaba el fin de semana a la isla y le propuso pagarle 300 USD si le hacía el favor de llevarlo como parte de su equipaje.

En parte por solidaridad y en parte porque eran 300 USD con los que no contaba, ella aceptó y al dia siguiente este nuevo conocido le llevó el equipo en su caja y además de mostrarle que efectivamente contenía un televisor, la ayudó a precintarla para el viaje y le entregó un sobre con el dinero y el nombre y teléfono de quien supuestamente debería contactar.

Y así las cosas, ya en Cuba y mientras la joven chequea inmigración y se dirige a recoger sus bultos en la Aduana, en las esteras de los equipos de RX que controlan el equipaje, un bulto conteniendo un TV pantalla plana resulta sospechoso. Se le aplica la técnica canina y se obtiene un marcaje positivo a drogas, por lo que es identificado para su revisión manual cuando sea recogido por su propietario, que no es otro que la joven con la que comenzamos este relato.

En el banco de revisión el equipo es abierto y ante el asombro de la pasajera, en su interior se encontraron varias bolsas de nylon que contenían una sustancia que al ser analizada resultó ser clorhidrato de cocaína, por lo que a partir de ese momento esta joven, que regresaba a su país con la certeza de haber hecho un favor, deberá enfrentar la responsabilidad que contrajo en este frustrado intento de tráfico de drogas

Actualmente, las drogas pueden ser transportadas y camufladas de innumerables formas. Puede estar contenida en envases de productos alimenticios y de aseo y hasta formar parte de confecciones, de ahí la importancia de no aceptar las llamadas encomiendas, y menos aún cuando no son de personas de nuestra absoluta confianza.

Cuando viajamos, respondemos legal y penalmente por todo lo que transportemos con nosotros y el hecho de que sea o no sea nuestro, no modifica en nada nuestra responsabilidad.